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A muchos les encantan los cangrejos. Algunos para tenerlos como mascotas o simplemente para verlos. Incluso, a otros les encanta comerlos. Pero, cada uno tiene una reacción diferente cuando los vemos. ¿Y si vieras un cangrejo que no parece normal? ¿Qué pasaría si ves uno de tamaño enorme y que no se parece a ninguno que encontraste en los parques marinos? ¿Qué vas a hacer?
Mark tuvo esta experiencia con su amigo. Todo lo que su amigo puede decir es: “¡No te muevas, amigo!”. Confundido por su reacción, Mark dejó su teléfono y se dio la vuelta con cuidado. Vio otra garra balanceándose hacia él por el rabillo del ojo. Las líneas eran enormes y nítidas. A su vista, su corazón martilleaba del temor. Y dijo “¿Qué diablos son estas criaturas?”